INDICACIÓN
El término Disfunción Craneomandibular (DCM) o Trastornos Temporomandibulares (TTM) hacen referencia a un conjunto de patologías y situaciones clínicas que tienen en común la posibilidad de provocar dolor o alteraciones funcionales del aparato masticatorio, fundamentalmente en las Articulaciones Temporomandibulares (ATM) y la musculatura asociada craneo-cervical.
Pacientes con alteraciones en la oclusión dental como bloqueos articulares o limitaciones de apertura, pacientes que hayan sufrido traumatismos craneofaciales, las alteraciones psicológicas (ansiedad, estrés o depresión) que cursan con bruxismo (rechinamiento o apretamiento de los dientes) y enfermedades generalizadas como la artritis reumatoide o la fibromialgia, son pacientes que necesitan tratamiento.
TRATAMIENTO
El odonto-estomátologo especializado en dolor orofacial puede ofrecer un alto porcentaje de mejoría clínica a los pacientes con TTM, que oscilará entre un 90% en lo referente al dolor y la limitación funcional y un 70% en lo referente a los desarreglos internos de la ATM.
No hay que olvidar que el especialista en dolor orofacial también puede ser de gran ayuda en el diagnóstico y tratamiento de dolores neurovasculares (ciertos tipos de cefaleas como la migraña) o dolores neuropáticos, entre los que cabe destacar la odontalgia atípica, caracterizada por un dolor persistente y urente que se manifiesta después de una intervención odontológica sobre un diente, guardando ciertas similitudes en el síndrome del miembro fantasma.
Los pacientes con trastornos de la Articulación Temporomandibular son pacientes que podríamos definir como crónicos por lo que el paciente precisa de seguimiento por parte del profesional y visitas con intervalos que varían en función de cada situación.
El tratamiento de la DCM es variado y multidisciplinar, pudiéndose aplicar distintas técnicas: Reeducación y modificación de la conducta, ortopedia dentomaxilar mediante el uso de férulas interdentales, rehabilitación fisioterápica, infiltraciones, con botox, factores de crecimiento u ozono (ozonoterapia), farmacoterapia los cuales son indoloros y la mayoría de ellos no precisan de anestesia. Algunos casos precisan de tratamientos quirúrgicos mediante artrocentesis, artroscopia o cirugía abierta y cada uno de ellos precisa de una técnica acorde a la envergadura del procedimiento pudiendo ser desde anestesia local, sedación endovenosa más anestesia local o en casos más severos incluso anestesia general.
La gran mayoría de procedimientos no precisan de inactividad posterior por parte del paciente.
No existen contraindicaciones excepto en aquellos procedimientos quirúrgicos que tiene las contraindicaciones inherentes a cualquier procedimiento quirúrgico.
Signos y síntomas de alerta ante un cuadro de disfunción craneomandibular
Alteraciones dentarias:
• Desgastes de las superficies oclusales o cortantes de los dientes.
• Indentaciones en los bordes laterales de la lengua.
• Línea blanca en la mucosa yugal (cara interna de la mejilla).
Palpación dolorosa:
• En la musculatura de la cara, cuello y espalda.
• En la articulación temporomandibular (ATM), ya sea en reposo o en movimiento.
Signos de disfunción biomecánica, con dificultad en la apertura y cierre de la boca:
• Limitación de la apertura.
• Desviación al abrir hacia un lado u otro.
• Ruidos o crujidos articulares a la palpación de la ATM al abrir o cerrar la boca.
Signos y síntomas de ansiedad, depresión, sobrecarga por estrés, cuando van unidos a los síntomas dentarios o articulares descritos anteriormente.
Signos de hiperelasticidad de los tejidos periarticulares de varias articulaciones del cuerpo. Dolores de cabeza de tipo opresivo en la zona frontal, temporal o parietal de la cabeza (cefaleas tensionales relacionadas con el apretamiento de los dientes).
Dolores de cuello, espalda y hombros, asociado a alteraciones de la postural corporal.
Dolor de oídos, por otalgia refleja debida a una compresión de la ATM a consecuencia de una sobrecarga funcional mantenida por apretamiento dentario. Pueden coexistir síntomas de sensación vertiginosa, hipoacusia y tinnitus, sobretodo cuando la exploración otorrinolaringológica previa ha sido negativa.
Hormigueo o dolor mandibular matutino debido la presencia de apretamiento y/o rechinamiento nocturno de los dientes (bruxismo).
Si Ud. presenta varios de estos síntomas y/o signos de alerta podría presentar una Disfunción Craneomandibular, con posibles lesiones en la ATM y/o musculatura masticatoria.
Autocuidados para pacientes con disfunción craneomandibular
Reposo de la musculatura masticatoria y de la ATM para ayudar a la recuperación y regeneración de los tejidos.
Una dieta blanda disminuye el esfuerzo que deben hacer la articulación y la musculatura, permitiendo una pronta recuperación.
No mastique chicle, frutos secos, turrones duros, etc, ya que irrita la articulación y fatiga los músculos.
Disminuya su bruxismo, evitando el cierre y contacto forzado de los dientes maxilares contra los mandibulares, ya que esto desgasta los dientes y comprime la articulación (control consciente del apretamiento dentario).
Relaje los músculos de la boca y la cara, procurando no contraer permanentemente los labios, el mentón o las mejillas, ya que esta actividad sobrecarga los músculos y comprime la articulación (control consciente de la contracción muscular).
Controle los grandes y continuos bostezos, ya que con ello protegerá los ligamentos articulares y evitará una posible luxación de la mandíbula que le impediría cerrar la boca.
Limite aperturas excesivas de la boca durante la masticación, evitando los grandes mordiscos de manzanas, melocotones, peras o bocadillos gruesos. Se deben cortar en trocitos pequeños e introducirlos en la boca.
Adopte siempre una postura corporal adecuada Controle los hábitos posturales incorrectos:
• Al sentarte, la espalda debe estar completamente apoyada en el respaldo de la silla, evitando las posiciones avanzadas de la cabeza.
• Procurar caminar bien erguido y con la barbilla pegada al pecho.
• No sujete el teléfono con el mentón, y limite el uso de instrumentos que fuercen la postura cráneo-cervical.
• Duerma boca arriba o de lado con una almohada adecuada que soporte bien el cuello y los hombros, evitando dormir boca abajo.
• Haga gimnasia, al menos 3 veces por semana, procurando estar en buena forma física.
• No se muerda las uñas, labios, mejillas, ni otros objetos como lápices o bolígrafos.
• Evite los malos hábitos de la lengua (morderla, interponerla entre los labios , etc.)
Controle o evite el estrés
Limitar el consumo de estimulantes como el café, té, refrescos de cola y chocolate.
Disminuir el consumo de tabaco.
Procure dormir 6-8 horas diarias, respetando un horario fijo y con unas condiciones ambientales adecuadas (evite aparatos eléctricos o luminosos en la mesita de noche, tenga una temperatura ambiente templada de 20-22 ºC).
Evite situaciones estresantes y en caso de no poder eludirlas intente minimízalas o transfórmelas.
Procurare ser feliz en su tiempo libre, dedicándose a sus aficiones o procurando ayudar a los demás (O.N.G.)
Remedios
La aplicación local de calor húmedo durante 15-30 minutos, favorece la relajación muscular.
Un baño de agua caliente antes de ir a dormir ayuda a relajar toda la musculatura corporal y facilita el sueño.
Si el dolor no se calma con calor húmedo se puede alternar con hielo (1 minuto de calor y 1 minuto de hielo, así sucesivamente 6 veces cada uno; descansar media hora y si es necesario repetir).
Férula
Póngase la férula tal como se le ha indicado en clínica. Normalmente debe colocarse durante la noche, mientras dormimos, pero en ocasiones debe llevarse durante el máximo de horas posibles. La férula relaja la musculatura y descomprime los tejidos articulares.
Fisioterapia
Los masajes sobre la musculatura facial y cervical son beneficiosos y relajan la musculatura.
La electroterapia (corrientes, láser, ultrasonidos) relaja los tejidos blandos de la articulación, favoreciendo una correcta dinámica mandibular.